Hiperuricemia y Gota
Autor: Dr. Ignacio Pérez R.
Fecha de Publicación: 14.04.2021
Fecha de Última Revisión: 14.04.2021
Introducción:
No debe confundirse hiperuricemia con gota. Si bien existen tres consecuencias clínicas de la hiperuricemia por deposición de cristales (Gota, nefropatía por cristales y urolitiasis) y consecuencias sistémicas (HTA, ERC, riesgo CV y RI), en este artículo revisaremos solo su relación con la gota.
No existen definiciones universalmente aceptadas de hiperuricemia, pero operacionalmente la podemos considerar como tal con concentraciones séricas de ácido úrico >6mg/dL en mujeres y >7mg/dL en hombres (el ácido úrico se satura y precipita a los 6.8mg/dL a 37 grados Celsius). La hiperuricemia puede ser asintomática o presentarse de forma sintomática o asociada con afectación sistémica (ej: Gota, nefropatía por uratos o nefrolitiasis). Su relación con la gota se debe a que la hiperuricemia predispone a la precipitación de cristales de ácido úrico (se explica en la fisiopatología más abajo).
Por otro lado, la gota es una enfermedad caracterizada por artritis inflamatoria de origen metabólico secundaria a la formación y depósito de cristales de urato monosódico en las articulaciones afectadas. Es de carácter progresivo, clínicamente se manifestarse inicialmente como una monoartritis aguda con episodios de exacerbaciones o flares, que eventualmente puede cronificarse, con compromiso erosivo de las articulaciones que afecta. En el contexto de la hiperuricemia, puede acompañarse de nefropatía crónica por uratos (a la que contribuyen las comorbilidades del paciente) y nefrolitiasis por ácido úrico.
El tratamiento con hipouricemiantes en la gota no es curativo, pero puede retardar su progresión y mantenerla inactiva (“curada”) mientras los niveles de ácido úrico estén por debajo de los valores de saturación del mismo.
Epidemiología:
La prevalencia de gota en USA está en torno al 1 a 4% de la población, con una prevalencia que aumenta con la edad hasta un 7% en hombres mayores de 65 años. Existe una relación de hombre a mujer de 1.6.
La incidencia de la gota está en estrecha relación con la uricemia, describiéndose una incidencia de un 0.5% en pacientes con ácido úrico entre 7 a 8.9mg/dL, versus un 5% en pacientes con ácido úrico >9mg/dL.
Factores de riesgo para el desarrollo de gota:
- No modificables:
- Edad (>40 años)
- Sexo (Más frecuente en hombres)
- Etnicidad
- Modificables:
- Hiperuricemia
- Obesidad
- HTA
- Hiperlipidemia
- DM
- ERC
- Dieta
- Alcohol
- Fármacos
Fisiopatología:
El ácido úrico circulante proviene del metabolismo de las purinas, específicamente de la transformación de xantina en ácido úrico por medio de la enzima xantino oxidasa. En el organismo humano, las purinas (adenina y guanina; contrapartes de las pirimidinas (timina y citosina, targets de la leflunomida y el MTX [timina]) se originan de la degradación de ácidos nucleicos (fuente endógena) y desde la dieta (fuente exógena).
La mayor parte del ácido úrico es eliminado por vía renal, donde el 90% es filtrado por el glomérulo y reabsorbido en el túbulo contorneado proximal.
En caso de presentar disminución de la excreción o aumento excesivo de la producción endógena/consumo aumentará su concentración plasmática, eventualmente precipitando en tejidos y articulaciones. Esta cristalización o precipitación depende de la interacción entre la concentración plasmática y la temperatura.
En el caso de las articulaciones, el ácido úrico será fagocitados por macrófagos, quienes se activarán e iniciarán una actividad inflamatoria local por medio de la liberación de citoquinas (IL-1B vasodilatadora, con aumento de IL-6 y TNF-a) que reclutan y activan neutrófilos, provocando un episodio de artritis aguda.
Esto no ocurre en otros animales que poseen la enzima uricasa, que degrada el ácido úrico en alantoína.
Por lo tanto, la homeostasis del ácido úrico requiere de un balance entre los aportes de la dieta y fuentes endógenas junto con la excreción renal y eliminación intestinal. Desbalances en estos mecanismos llevarán a hiperuricemia.
Etiologías de la hiperuricemia:
Como mencionado previamente, se producirá hiperuricemia en la medida exista un desbalance entre la producción y la excreción del ácido úrico.
- Aumento en la producción del ácido úrico:
- Primaria:
- Defectos enzimáticos hereditarios genéticos monogénicos (raros: déficit de hipoxantina-guanina fosforibosil-transferasa, G-6-fosfatasa).
- Secundaria:
- Síndromes linfoproliferativos o mieloproliferativos: leucemias, linfomas, policitemia vera.
- Neoplasias y lisis tumoral
- Anemias hemolíticas
- Psoriasis
- Obesidad
- Fármacos citotóxicos
- Déficit de B12.
- Dieta: exceso de OH (particularmente cerveza), carnes rojas.
- Primaria:
- Disminución de la excreción del ácido úrico:
- Primaria:
- Enfermedades genéticas monogénicas raras (enfermedad renal tubulointersticial).
- Secundaria:
- ERC de cualquier forma
- AKI pre-renal.
- Estados de deshidratación: ej: CAD.
- Acidosis tubular renal
- HTA
- Obesidad
- Fármacos: Furosemida y tiazidas, ciclosporina y tacrolimus, Aspirina, etambutol, pirazinamida, levodopa. Así también, betabloqueadores, IECA y “ARA2 no losartan” (el losartan tiene efecto uricosúrico) se han visto relacionados específicamente con el riesgo de gota, a diferencia de bloqueadores de canales de calcio
- Primaria:
Historia natural de la Gota
- Hiperuricemia asintomática: es un hallazgo de laboratorio.
- Artritis aguda: afecta en el 90% las extremidades inferiores, particularmente la primera MTT-F (conocida como podagra), tobillo y en algunas oportunidades en la rodilla. En general, se trata de un cuadro de monoartritis.
- Los episodios agudos de gota pueden verse promovidos por:
- Cambios bruscos de la concentración del ácido úrico plasmático: trauma, cirugía, inicio de fármacos (alopurinol, tiazidas, aspirina).
- Deshidratación.
- Consumo de alcohol, particularmente cerveza, destilados y vino.
- Inicio de terapia hipouricemiante, motivo por el cuál en general se inicia en conjunto con anti-inflamatorios (colchicina).
- Disminución de la temperatura: el ácido úrico tiende a cristalizar a menor temperatura, motivo que explica por qué las crisis de gota son más frecuentes en la noche y madrugada (entre las 00:00 y 08:00 hrs).
- Los episodios agudos de gota pueden verse promovidos por:
- Período intercrítico: un 75% de los pacientes que tienen un episodio de gota sufren un segundo episodio de gota en los dos años siguientes.
- Gota crónica: Sin tratamiento posterior a un primer episodio de gota, hasta un 30% de los pacientes desarrollarán gota crónica en 5 años. En este escenario, al cronificarse la artropatía por cristales de urato monosódico empiezan a producirse fenómenos destructivos de la articulaciones, con inflamación leve persistente y eventual formación de tofos: depósitos de cristales rodeados de inflamación y fibrosis en el tejido subcutáneo. Pueden encontrarse en el pabellón auricular, en superficies extensoras (los tendones flexores de las manos, codo) y en el nervio mediano, donde simulan un síndrome del túnel carpiano. En evaluación histológica, se pueden ver los mismos cristales previamente descritos, pero además inflamación crónica granulomatosa.
Clínica y Diagnóstico de Gota [6]:
- El cuadro clínico inicial es de una monoartritis aguda, con inflamación articular. Podrían además observarse tofos la examen físico.

- El líquido articular (puede ser difícil de obtener en el caso de una podagra), donde se observará un líquido inflamatorio con cultivos negativos, destacando la presencia de cristales con birefringencia negativa (a la luz polarizada con compensador en paralelo, se observará un cristal fino como aguja de color amarillo, mientras que con el compensador en perpendicular se ve el cristal de color azul). La birefringencia negativa y la forma del cristal la distinguen de la otra artropatía por cristales de pirofosfato cálcico (condrocalcinosis).

- Los niveles de ácido úrico sérico no descartan ni confirman el diagnóstico.
- Las radiografías de las articulaciones afectadas son de utilidad para obtener un basal de las articulaciones e identificar lesiones previas, pero no son diagnósticas de una gota aguda en su primer episodio. Los signos radiográficos propios de la gota sólo se observan con mayor cronicidad (derrame articular con preservación del espacio articular, ausencia de osteopenia, se pueden erosiones excéntricas en sacabocados con márgenes escleróticos con una distribución yuxta-articular en relación a tofos), mientras que en partes blandas podrían verse tofos, bursitis olecraniana o pre-patelar.

- La ecografía podría mostrar un signo de doble contorno sobre la superficie del cartílago o depósitos de apariencia tofácea en articulares o tendones. Puede ser de utilidad en la detección precoz.

Formalmente, para fines de clasificación (no diagnóstico clínico), el 2015 se reunió el ACR y la EULAR para definir criterios de clasificación [6]. Estos criterios consideran a alguien con el diagnóstico de Gota si es que cumple el criterio de suficiencia (tener cristales de urato monosódico en líquido sinovial de una articulación), o más de 8 puntos.
Diagnóstico diferencial
Según su etapa de evolución, al debut de gota aguda, debe enfrentarse su diferencial como monoartritis aguda:
- Artritis séptica: líquido séptico >100.000 leucocitos con >90% PMN con gram y/o cultivo positivo.
- Condrocalcinosis: cristales de pirofosfato cálcico con birefringencia positiva (en paralelo son azules y en perpendicular son amarillos) y romboidales.
- Enfermedad por depósito de fosfato de calcio (no pirofosfato como en la condrocalcinosis). Estos son cristales no son diagnosticables por microscopía, pero la radiografía muestra calcificaciones articulares o periarticulares.
- Traumática: con el antecedente o trauma oculto o fractura por estrés. Eventual hemartrosis.
- Artritis Psoriática: considernado su forma oligoarticular asimétrica de extremidades inferiores, orientarían los elementos propios de esta entidad: manifestaciones cutáneas, ungueales, dactilitis, entesitis, eventual dolor espinal inflamatorio, etc. Otra posibilidad es el compromiso de IFD.
- Artritis Reactiva.
- Artrosis.
- Otras ETCs iniciales: AR, LES.
- Celulitis: Por su apariencia macroscópica, debe diferenciarse de patología extra articular infecciosa.
En su forma de gota tofosa crónica, debe diferenciarse de:
- Artritis reumatoide, considernado que se trataría de una poliartritis inflamatoria crónica, y los tofos podrían confundirse por nódulos reumatoídeos. Uno de los parámetros diferenciadores es que la AR es simétrica, la existencia de cristales de urato monosódico en las lesiones nodulares, y las características radiográficas / deformaciones propias de la AR, además de la eventual seropositividad de esta misma.
- Dactilitis: la apariencia de una gota tofácea crónica sobre los dedos podría simular la apariencia de una dactilitis como la que podría verse en una artritis psoriática. Sin embargo, las diferencias clínicas (historia, examen físico) y de evolución debieran permitir diferenciarlas.
Manejo
Los objetivos del tratamiento de la gota son promover la disolución de cristales y depósitos existentes y evitar la formación de nuevos cristales que producen el daño articular (es importante que esté nombrado como primer objetivo, ya que esto se logra con la terapia hipouricemiante y no con la anti-inflamatoria, que mejora el dolor pero no evita las erosiones óseas silentes ni deformidad), evitando por lo mismo la cronicidad y reduciendo el dolor y discapacidad asociados. De disolverse todos los cristales / tofos y mantener los niveles de ácido urico bajo el punto de saturación, la enfermedad puede considerarse “curada”; proceso que puede tomar años [7].
Como en todas las enfermedades, consiste de un manejo no farmacológico y otro farmacológico.
Manejo no farmacológico:
- Promoción de estilos de vida saludable.
- Se recomienda una dieta baja en grasas lácteas y reducción de la carne. Si bien puede mitigar la aparición de gota, no está tan demostrado su beneficio con RCTs en gota ya establecida.
- Contenido de purinas por 100 grs de alimento.
- 150 a 800 mgs (evitar): Anchoas, sardinas, hígado, riñones, sesos, guatitas.
- 50 a 100 mgs: Carnes, legumbres, aves de corral, pescados, mariscos (En Chile: piures)
- 0 a 15mg: Verduras, frutas, leche, quesos, huevos, cereales.
- Contenido de purinas por 100 grs de alimento.
- Evitar bebidas con azúcar.
- Anecdóticamente la cereza, proteínas de origen vegetal (legumbres), frutos secos, el café, la vitamina C y el omega 3 podrían tener beneficios, pero no como terapias únicas.
- Reducción de peso en pacientes con obesidad / sobrepeso.
- Cese del hábito tabáquico.
- Reducción o abstinencia alcohólica, particularmente la cerveza.
Manejo farmacológico:
- Manejo de patologías asociadas: HTA, D2M, DLP, hipotiroidismo, etc.
- Las intervenciones farmacológicas dependen de la etapa de la evolución natural del contínuo hiperuricemia – gota aguda – crónica:
- Hiperuricemia asintomática: Sin artritis. De regla se prefiere buscar causas secundarias que puedan explicar el hallazgo, tratarlas, y observar la evolución temporal del mismo, además de las medidas no farmacológicas previamente mencionadas. Se evita el tratamiento farmacológico en este escenario ya que los riesgos de la hiperuricemia (en globo, en estudios longitudinales solo un 33% de los pacientes con hiperuricemia de larga data eventualmente desarrollan complicaciones articulares o renales) deben contraponerse a los potenciales beneficios y riesgos de las posibles terapias (ej: alopurinol y/o colchicina).
- En algunos casos excepcionales se puede indicar tratamiento farmacológico en hiperuricemia asintomática marcada (ej: desórdenes mieloproliferativos o linfoproliferativos con síndrome de lisis tumoral espontáneo o previo a quimioterapia, neoplasias, trastornos hemolíticos, trastornos genéticos que predispongan a la hiperuricemia). En ellos sus objetivos de ácido úrico son 8mg/dL si no hay alteraciones secundarias concomitantes, o 6mg/dL si hay evidencia de urolitiasis o uropatía obstructiva.
- Así mismo, en casos de hiperuricosuria marcada (>1100mg/día), puede utilizarse alopurinol e hidratación abundante para prevenir la formación de litiasis de ácido úrico. El objetivo es uricosuria < 1000mg/día.
- En algunos casos excepcionales se puede indicar tratamiento farmacológico en hiperuricemia asintomática marcada (ej: desórdenes mieloproliferativos o linfoproliferativos con síndrome de lisis tumoral espontáneo o previo a quimioterapia, neoplasias, trastornos hemolíticos, trastornos genéticos que predispongan a la hiperuricemia). En ellos sus objetivos de ácido úrico son 8mg/dL si no hay alteraciones secundarias concomitantes, o 6mg/dL si hay evidencia de urolitiasis o uropatía obstructiva.
- Gota aguda: El objetivo acá es el manejo de la artritis aguda, no de la hiperuricemia (este tratamiento comienza en la fase intercrítica, al menos 2 semanas después del episodio agudo). Por lo tanto:
- El tratamiento debe empezar precozmente, idealmente horas después de iniciado los síntomas.
- Primera línea: AINES. No siempre pueden ser utilizados de manera prolongada por contraindicaciones o efectos adversos. Son particularmente útiles en pacientes jóvenes sin patología renal, CV ni enfermedad gastrointestinal.
- Ejemplos de “dosis altas”: Naproxeno 500mg c/12 horas, Indometacina 50mg c/8 horas, Ibuprofeno 800mg c/8 horas, Diclofenaco 50mg c/12 horas, Meloxicam 15mg/día, Celecoxib 200mg c/12 horas.
- Estas dosis deberían disminuirse en la medida disminuyen los síntomas, no asi la frecuencia, que debe mantenerse hasta tener al menos 2 o 3 días sin síntomas.
- Ejemplos de “dosis altas”: Naproxeno 500mg c/12 horas, Indometacina 50mg c/8 horas, Ibuprofeno 800mg c/8 horas, Diclofenaco 50mg c/12 horas, Meloxicam 15mg/día, Celecoxib 200mg c/12 horas.
- Otra opción es la Colchicina. Tiene manifestaciones gastrointestinales que podrían llevar al paciente a suspender el tratamiento de manera precoz.
- En Chile la colchicina viene de 0.5mg/comp.
- Día 1: 1.8mg/día. Puede darse como 1.2mg primera dosis seguido por 0.6mg una hora después.
- Luego 0.6mg c/12 horas o c/24 horas al día hasta resolución de los síntomas.
- Alternativamente pueden considerarse los corticoides sistemicos, particularmente en un escenario poliarticular o en pacientes con gota establecida que presentan una crisis idéntica a las anteriores sin elementos sugerentes de infección, uno podría usar corticoides sistémicos: 30-40mg (0.5mg/kg) de prednisona/día. El problema de los corticoides es que existe rebote pese a hacer un descalamiento en 10 días, donde correspondería hacer un descalamiento más progresivo.
- Corticoides locales en pacientes con contraindicación para el uso de AINES y colchicina (ej: Nefrópatas) y que tienen un cuadro monoarticular.
- Debe haberse descartado la etiología séptica antes de considerar estas opciones.
- Debe haberse descartado la etiología séptica antes de considerar estas opciones.
- La duración del tratamiento es hasta 2 o 3 días luego de la resolución de los síntomas, que puede ir desde algunos días si se inicia precozmente el tratamiento, hasta varias semanas si se retrasó el inicio del tratamiento.
- Como veremos más adelante, al iniciar terapia hipouricemiante debe concomitantemente agregarse un anti-inflamatorio en dosis bajas por algunos meses.
- Conceptualmente, no tiene beneficio directo iniciar terapia hipouricemiante durante una crisis de gota aguda, y esta conducta es controversial. Sin embargo, en pacientes que previo a la crisis de gota ya recibían tratamiento hipouricemiante, se recomienda mantener sin interrupción el tratamiento.
- El tratamiento debe empezar precozmente, idealmente horas después de iniciado los síntomas.
- Gota intercrítica: Nuestro objetivo aquí es disminuir los niveles de ácido úrico al menos bajo 7mg/dL. Para esto están las medidas no farmacológicas ya mencionadas y farmacológicas:
- Hipouricemiantes (se mencionarán más abajo en detalle), incluye Alopurinol, Febuxostat, Probenecid (no en Chile), Pegloticasa, según esté indicado o sea necesario para lograr los objetivos de tratamiento. El tratamiento en general es de por vida para mantener los niveles objetivo.
- Objetivo general de ácido úrico: < 6mg/dL.
- Objetivo en pacientes con tofos o daño estructural: < 5mg/dL.
- Debe acompañar colchicina de forma crónica en dosis bajas al menos al comienzo del tratamiento.
- Dosis usuales en este escenario es Colchicina ajustada a función renal:
- 0.5mg c/12horas con función normal.
- 0.5mg c/24 horas – VFG 60-30 ml/min.
- 0.25mg (medio comprimido) c/24 horas o 0.5mg c/48 horas – VFG 15-30 ml/min.
- Contraindicado en VFG < 15 ml/min.
- Como mencionado previamente, no es de uso crónico, pero debe acompañar entre 3 a 6 meses el inicio de la terapia hipouricemiante.
- Dosis usuales en este escenario es Colchicina ajustada a función renal:
- Hipouricemiantes (se mencionarán más abajo en detalle), incluye Alopurinol, Febuxostat, Probenecid (no en Chile), Pegloticasa, según esté indicado o sea necesario para lograr los objetivos de tratamiento. El tratamiento en general es de por vida para mantener los niveles objetivo.
- Gota crónica: IDEM a gota intercrítica.
- Hiperuricemia asintomática: Sin artritis. De regla se prefiere buscar causas secundarias que puedan explicar el hallazgo, tratarlas, y observar la evolución temporal del mismo, además de las medidas no farmacológicas previamente mencionadas. Se evita el tratamiento farmacológico en este escenario ya que los riesgos de la hiperuricemia (en globo, en estudios longitudinales solo un 33% de los pacientes con hiperuricemia de larga data eventualmente desarrollan complicaciones articulares o renales) deben contraponerse a los potenciales beneficios y riesgos de las posibles terapias (ej: alopurinol y/o colchicina).
- Comentarios puntuales sobre fármacos con efectos sobre el ácido úrico:
- Aspirina: en dosis usuales de 100mg/día puede aumentar los niveles de ácido úrico, pero no debe suspenderse si su indicación está fundamentada en prevención de riesgo CV.
- Fenofibrato en el contexto de hiperlipidemia: tiene actividad uricosúrica modesta por sobre el alopurinol, por lo que en la presencia de hipertrigliceridemia, agregar fenofibrato podría ser útil para el manejo de la hiperuricemia.
- Losartan tiene efecto uricosurico, preferirse sobre otros antihipertensivos de ser posible.
- Aspirina: en dosis usuales de 100mg/día puede aumentar los niveles de ácido úrico, pero no debe suspenderse si su indicación está fundamentada en prevención de riesgo CV.
Fármacos – Colchicina:
Mecanismo de acción: Inhibe la polimerización de la B-tubulina hacia microtúbulos, lo que altera las funciones del citoesqueleto e interrumpe la metafase del ciclo celular. Esto previene la activación, degranulación y migración de neutrófilos.
Farmacocinética – Biodisponibilidad: rápida y buena absorción.
Inicio de acción: A las 12 horas.
Vida media: Depende de la función renal, en personas normales entre 2 a 20 horas.
Excreción: Biliar (80%), renal (20%).
Efectos adversos:
- Lo más frecuente son gastrointestinales (diarrea – 23%, nauseas, vómitos)
- Leucopenia transitoria seguida de leucocitosis. Eventualmente anemia aplástica / agranulocitosis / trombocitopenia.
- Neuropatía periférica
- Azoospermia reversible.
- Alopecia.
Consideraciones prácticas:
- En Chile los comprimidos son de 0.5mg.
- Puede reducir la absorción de B12 y llevar a su déficit.
Contraindicaciones:
- Hipersensibilidad
- Insuficiencia hepática.
Fármacos – Hipouricemiantes
Existen 4 fármacos hipouricemiantes, los cuales deben ser iniciados acompañados de un anti-inflamatorio ante el riesgo de desencadenar una crisis aguda en el contexto de las fluctuaciones agudas del ácido úrico. Como mencionado en la sección de manejo, estarían indicados en el manejo de la gota intercrítica/crónica y en casos muy puntuales de hiperuricemia asintomática (ya que en general solo se implementan medidas no farmacológicas).
Alopurinol
Mecanismo de acción: Inhibe la xantina oxidasa (mencionada en fisiopatología), disminuyendo la conversión de hipoxantina a ácido úrico, sin modificar la biosíntesis de las purinas.
Farmacocinética: Buena biodisponibilidad oral, vida media corta de 1.5 horas mientras que su metabolito oxipurinol tiene una vida media de 15 horas, considerando que el oxipurinol se reabsorbe al igual que el ácido úrico. Esto implica que si se utilizan uricosúricos en conjunto con alopurinol, disminuye la efectividad del alopurinol.
Efectividad: Ensayos clínicos han mostrado que a dosis fijas de 300mg consigue uricemias <6mg/dL solamente hasta en un 20-40% de los casos.
Dosis y forma de uso: Hay presentaciones de 100 y 300mg. Las dosis iniciales suelen ser de 100mg (no más de 1.25mg por mL/min de función renal), y luego titularse de aumentarse de forma gradual, máximo de 50-100mg por vez y no más de una vez al mes. Esta estrategia se conoce como start low, go slow.
- VFG 30 a 60 ml/min: 50mg/día
- VFG >15 a 30 ml/min: 50mg cada 48 horas o cada 2 días.
- VFG < 15 ml/min: Evitar, eventualmente se ha sugerido 50mg bisemanal con VFG 5 a 15, y 50mg semanal con VFG < 5.
Dosis máxima: Hasta 900mg/día con función renal normal. Se ha descrito uso hasta 600mg/día con efectividad en disminución de uricemia.
Efectos adversos:
- Crisis de gotas aguda: pueden ser desencadenadas por su uso, motivo por el que se recomienda utilizar junto con profilaxis de colchicina. Factores de riesgo para las crisis son el inicio de tratamiento, no usar profilaxis, retirar la profilaxis de gota, niveles subóptimos de ácido úrico (>6 mg/dL), cambios bruscos en la concentración de ácido úrico.
- Reacciones de hipersensibilidad retardada, desde rash maculopapular leve hasta reacciones adversas cutáneas severas o SCAR (por sus siglas en inglés) que incluyen un Sd. SJ/NET (Sd. Stevens-Johnson o Necrolisis Epidérmica Tóxica) o DRESS (Drug Reaction with Eosinophilia and Systemic Symptoms) asociado a hepatotoxicidad aguda, por mecanismos idiosincráticos.
- Para disminuir este riesgo, se recomienda hacer screening de HLA-B*5801 en pacientes de origen asiático, afroamericano.
- Adicionalmente, se recomienda iniciar el fármaco a dosis pequeñas, < 1.25mg/día por cada mL/min estimado: un hombre de 60kg no debería iniciar con más de 100mg/día [6].
Contraindicaciones:
- Alergia conocida al fármaco.
- ¡Contraindicado su administración junto con Azatioprina!
Febuxostat
Se considera en pacientes con intolerancia o refractarios a alopurinol, así como también en pacientes con insuficiencia renal o uricemias muy elevadas.
Mecanismo de acción: Inhibidor no purínico de la xantina oxidasa.
Efectividad: En ensayos clínicos logra su efecto en el 45 a 70% de los pacientes, lo que es mejor que el Alopurinol.
Dosis y uso clínico: 40mg/día hasta 80 – 120 mg día. Según [6], se suele comenzar a 80mg/día (porque la dosis 40mg/día no está disponible en Europa), y se aumenta a 120mg/día a las 2-4 semanas de uso, en caso de no lograr el objetivo.
Ajuste por función renal: No es necesario su ajuste en insuficiencia renal leve o moderada.
Reacciones adversas: Principal efecto adverso diarrea, elevación de transaminasas, artralgias, rash cutáneo. Produce menos hipersensibilidad que el alopurinol, pero es más caro.
Consideraciones: Evaluar cuidadosamente su uso en pacientes con cardiopatía isquémica o insuficiencia cardíaca congestiva.
Contraindicado su administración junto con Azatioprina
Uricosúricos – Probenecid y otros
Datos clave: Uricosúrico, bloquean la reabsorción renal de acido urico por el transportador URAT-1. Se usa cuando los inhibidores de xantina oxidasa no son tolerados o inadecuados. Puede aumentar el riesgo de cálculos y no tiene mucha utilidad en pacientes con falla renal. No está en chile
Uricasas – Pegloticasa / Rasburicasa
Mecanismo de acción: catalizan la conversión de ácido úrico hacia alantoína, molécula de fácil excreción renal.
Al administrar Pegloticasa se debe suspender cualquier otro hipouricemiante para evitar enmascarar respuesta inmunogénica a la pegloticasa, ya que la creación de auto anticuerpos contra ésta disminuyen su acción.
Puede dar anafilaxia y síntomas gripales
Anakinra – Pendiente
Datos clave: eventualmente en enfermedad refractaria a todas las medidas. Antagonista receptor IL-1 (ver fisiopatología).
Referencias:
[1] Sterling West, Jason Kolfenbach – Rheumatology Secrets [2019]
[2] Rohini Handa – Clinical Rheumatology [2021]
[3] Asymptomatic hyperuricemia and gout related topics – UpToDate [2021]
[4] Clase Gota. Epidemiología y patogenia – Reumatología UC [Link]
[5] Clase Gota. Clínica y tratamiento – Reumatología UC [Link]
[6] 2015 Gout classification criteria: an American College of Rheumatology/European League Against Rheumatism collaborative initiative. Tuhina Neoni, et. al [Link]
[7] Diagnóstico y tratamiento de la gota, Francisca Sivera, et. al. Med Clin (Barc). 2017;148(6):271–276