Fuente: Editorial “La autonomía del paciente en la práctica clínica” – Dr. Juan Pablo Beca Infante, Revista Chilena de Enfermedades Respiratorias, 2017.
La autonomía del paciente en la práctica clínica: Consentimiento Informado
Del griego, autonomía (auto = uno mismo; nomos = norma). Es su concepción por Kant en el siglo 18 dado concibe al ser humano como un sujeto moral capaz de decidir desde su razón y libertad.
La bioética considera dentro de sus principios:
- Autonomía
- Justicia
- No maleficencia
- Beneficiencia
Donde dentro ellos, la autonomía ha pasado generalmente a ser más relevante que los otros. Asociado a este principio, y en la unión de las perspectivas ético-jurídicas nace el consentimiento informado: derecho de las personas a ejercer su autonomía para aceptar o rechazar intervenciones o tratamientos.
El fundamento del consentimiento informado es la obligación moral de respetar las decisiones autónomas de los pacientes.
Modelos de relación médico-paciente (explorados en más detalles aquí):
- Modelo paternalista.
- Modelo informativo.
- Modelo interpretativo
- Modelo deliberativo.
Los últimos dos son la integración de los dos primeros, donde existen decisiones compartidas que consideran que el paciente tiene derecho a decidir, pero también reconoce que su capacidad de comprender y analizar es limitada y variable.
En la práctica, el consentimiento informado se concreta con formularios firmados con limitada comprensión de los pacientes, en una medicina de carácter paternalista con documentos de consentimiento firmado más que informado. Es meramente un trámite administrativo, y se considera este formulario como un recurso defensivo ante eventuales reclamos o demandas.
Es necesario retomar el verdadero sentido del consentimiento informado. Para que sea éticamente válido, debe tener:
- Proceso de diálogo entre profesional que informa y paciente que acepta.
- Voluntariedad, es decir que no hayan presiones.
- Información según la competencia del paciente, de tal manera que la comprensión sea lo más importante.
- Competencia o capacidad de decisión del paciente.
- En caso de estar impedido, esto debe hacerse con algún representante.
El consentimiento informado conceptualmente debiese ser necesario siempre, pero como proceso formal firmado, es más necesario mientras mayor sea el riesgo y más alternativas y menos beneficios existan.
Por otro lado, será menos necesario en la medida existan menos riesgos, existan pocas alternativas y estas representen mayores beneficios.
En UK, el Royal College of Surgeons ha propuesto el Request for Treatment, proceso inverso en el que el paciente solicita su tratamiento después de estudiar las alternativas, y el médico es quien firma aceptando su ejecución. Otras alternativas son los Decision Aids que pueden ser digitales.
Conclusión
En la actualidad, los formularios de consentimiento informado en uso no constituyen una forma apropiada de comunicación y decisión, ni demuestran que estos procesos se han realizado de manera válida.